Principio 5: Los líderes no deben perdonar la incompetencia.
Según Perry Smith, deben estar dispuestos a fijar normas, a respetarlas sin vacilar y requerir de sus subordinados que vivan de acuerdo con esas normas. El líder es responsable de asegurar que se cumpla la misión. Quienes retardan esta tarea, como por ejemplo una contínua presencia de subordinados ineficaces, privan a la organización y a sus líderes capaces, del tiempo, la energía y la atención que se necesita para cumplir la misión. En tales circunstancias, tienen la responsabilidad, ante la organización, de remover a quienes se interponen en el camino del éxito. Los líderes no se sirven bien a sí mismos; no sirven bien a la Institución y, en muchos casos, no sirven bien a los incompetentes manteniéndolos en puestos de responsabilidad. Cuando sea necesario remover a las personas de sus puestos claves, deben ver personalmente a esos individuos. La remoción debe practicarse con gracia y estilo, pero también con firmeza. Cuando se llame a los individuos para despedirlos, hay que estar dispuestos a hacerlo, y el encuentro no debe terminar sin llegar a ese punto.
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